lunes, 28 de marzo de 2011

Margaretto, perjudicado.

"Desdramatizar es la clave", le dijo Margaretto al Negro Sandia mientras se cubrían de las balas del GEOP. Hubo un botón. Muchos sospechan de Mauricio Reinaldo Macri, pintor y obsecuente de la manzanera de su cuadra. Festejante también.

Eran 450 kilos de "Mirá las estrellas" la nueva droga de onda que es furor en La Monica bailable. Margaretto lo había organizado todo tenia arreglado como sacar la guita del país, como tercerizarla a Milán y así poder volver a tocar la flauta con sus criaturitas amigas por los bosques de Lombardia.

Pero algo salió mal. La botonería fue grande, Mauricio Reginaldo se la tenia jurada. Un hijo de puta de temer.

Las balas pasaban silbando cerca de los rulitos de Margaretto y la cosa se ponía complicada.

El Negro Sandia, derrepente al grito de "A mi el orto solo me rompe mi novio", se abalanza hacia las balas blandiendo un cuchillito Tramontina y recibiendo veinticinco tiros en la cara, cae. Vencido.

Eso no ayudó a mejorar el panorama.

"Stiamo male ed ora il cuor mi batte piuttosto forte, figa" Piensa Margaretto, y era así. El final se acercaba.

Sandia, en el horno

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