sábado, 1 de junio de 2019

Arya I

El olor a pescado podrido, gritos descarnados de gaviotas y una densidad húmeda entran por las fauces de Arya que de inmediato activa su despertar en el camarote dispensado para anteriores capitanes que hoy son fantasmas del mar. 

Incorporándose, toca su espada casi de juguete pero que se llevó puestos reyes, soldados, traidores y embusteros por decenas. Gran parte de su "lista de muerte" que la preservó con vida tantos años. La coraza de Arya fue siempre su deseo de venganza, sin medias tintas. 

En dos movimientos felinos, sale al sol y una trompada de humedad la saluda y le presiona la frente. Habían llegado a Cornoon después de miles de kilómetros yendo hacia los desconocidos territorios del Este. La visión es poco confortable, una aldea con casas íntegramente pintadas de negro que matizan bien las olas azules que rompen acantilados de piedra volcánica también muy negra. 

La pequeña carabela es recibida por un muelle vacio, solo habitado por perros del tamaño de lobos y los cuervos que siempre están. Calixto Surban, ex guardia real sobreviviente de la masacre de King's Landing quien en el recorrido de 9 meses hacia El Este se impuso con su fuerte carisma ante la tripulación, es el primero en saltar al muelle. Arya, atenta, divisa un persona encapuchada que se pierde entre las casas negras.

El grupo de 23 marinos con Arya se aventuran a caminar por el puerto negro. Las casas y las tabernas estaban vacias pero intactas. Se percibe que alguna especie de ser viviente, presumiblemente humano, estuvo ahi hace unos pocos segundos. 

El puerto y el caserio que lo rodea, termina a las pocas cuadras, la ceguera negra de las paredes y techos pintados integralmente de negro da paso a una vegetación brillantemente verde. El único camino de salida del pueblo es una huella de carreta rodeado por una salvaje arboleda que forma un semi-techo sobre el camino acompañada a sus costados por una vegetación exhuberante residiendo a la sombra de las copas de los arboles. 

La moral de la tropa, o mas bien banda, de exploradores mezcla curiosidad con atención. No hay libros en la Citadella sobre Cornoon, solo el nombre prolijamente tallado en el muelle principal que recibe a sus visitas. Pero las casas negras... Sera una religión nueva? Más nueva que la de los Dioses Nuevos? Sera territorio de un Dios Oscuro que opaca al nuevo Dios de La Luz del Oeste? 

Luego de dos horas de caminata sin novedades, mas alla de lo extraño que no se vean granjas alrededor, ni ya animales, ni pobladores, ni sonidos... Sin embargo el cielo esta abiertamente azul. Arya piensa en el encapuchado que vió antes de pisar el muelle, se reconforta porque al menos vió una prueba de vida humana. Será humana? 

Continuará
         

No hay comentarios:

Publicar un comentario