Martirizando

El mártir alza la llama y dice "Acá es hora de terminar un poco esto" y pasando la antorcha con un trapo de querosén prendido fuego, por la BOTAMANGA (que palabrota, no?) del pantalón, para subir por la antrepìerna, siguiendo por la camisa cuadriculada abierta en el pecho, continuando dándose calor en la cara, las cejas, los pelos de la nariz y terminando revoloteándose la garra ardiente por el pelo.

Preocupado, se sienta en el sillón del living con paredes marrones y techo blanco, y se prende un cigarrillo con un mechón de pelo y pone Telenoche en la TéVé, en Telenoche Santo Biasatti dice que en Wilde mataron un policía a golpes de alpargata por querer frenar una violación masiva en el criadero de gallinas del señor Ibañez.

Pasa la pitada del cigarrillo que le hace doler la garganta con un trago de whisky barato y cambia de canal. En el canal de la TéVé elegido esta la pantalla negra y un sonido similar al color azul. Se aburre y está empezando a tener frío. Tiembla, toce y toma otra trago de whisky barato.

Mal día para el Martir.

A veces no alcanza